En estas obras fundamentales en la narrativa de la Revoluci n, escritas por una de las plumas m s claras y elegantes de la literatura nacional, Mart n Luis Guzm n combina rigor hist rico con una prosa amena para retratar la complejidad de los personajes y los eventos que forjaron el M xico de hoy.
En la historia no hay h roes o villanos: hay hombres y mujeres que enfrentaron una coyuntura y, muchas veces, un sino tr gico. C mo termin sus d as el h roe que se convirti en dictador? C mo se vivi el ltimo acoso al presidente constitucionalista? En Muertes hist ricas, Mart n Luis Guzm n da cuenta de los ltimos d as de dos figuras fundamentales en la historia de M xico: Porfirio D az y Venustiano Carranza, ofreciendo una visi n ntima de c mo estos l deres enfrentaron su ocaso pol tico y personal, as como las circunstancias que los llevaron a su ca da y muerte. En Febrero de 1913, por su parte, retrata un fragmento de la Decena Tr gica, otro acontecimiento fraguado entre la vileza de unos y la pasividad de otros; y mientras los pol ticos muestran su voluntad de rapi a, el honor es personificado, una vez m s, por unos cuantos castrenses leales y los cadetes del Heroico Colegio Militar.
ENGLISH DESCRIPTION
In these landmark works of Revolutionary-era storytelling, written by one of Mexico's most refined literary voices, Mart n Luis Guzm n blends historical rigor with engaging prose to portray the complexity of the figures and events that shaped modern Mexico.
History holds no heroes or villains--only people who faced crossroads, often with tragic outcomes. How did the hero who became a dictator meet his end? What was the final siege like for the constitutionalist president? In Historic Deaths, Guzm n explores the final days of two pivotal Mexican figures: Porfirio D az and Venustiano Carranza, offering an intimate portrait of how each confronted their political and personal downfall. In February 1913, he revisits a fragment of La Decena Tr gica, a chapter steeped in betrayal and passivity--where politicians grasp for power, and honor is embodied once again by a few loyal officers and the cadets of the Heroic Military Academy.